Templo renacentista construido entre los siglos XIII y XVIII. Conserva estelas medievales de la necrópolis del Castillo y una pila bautismal románica. La iglesia está formada por tres naves, la central más alta, un púlpito renacentista de piedra y cuenta con varios retablos dedicados a Santa Ana, San Andrés y el Cristo de la Salud.
Monumentos de la Provincia de Burgos
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Este edificio es de estilo hallenkirche, similar a las iglesias de Santa Maríade Miranda de Ebro o la de San Esteban de Orón. Posee una pila bautismal de base cuadrada y alta decorada con gallones vegetales. Interviene Francisco Berno, principalmente en el sagrario y en el retablo mayor que inició en el año 1742 y que fue terminado por otro maestro, Felipe Arche y Juan José Ortega, de la escuela retablística churrigueresca comarcal.
De fábrica gótica y elegante portada renacentista (silos XV y XVI), en ella se puede contemplar la curiosa arqueta en la que se guardan las siete cabezas de los Infantes de Lara. Data de 1592. Posee un retablo de la escuela de Berruguete, realizado en la segunda mitad del siglo XVI.
Templo de estilo barroco finalizado en 1770, consta de tres naves y concentra su riqueza artística en la portada. Construido por Domingo de Ondátegui. De notable riqueza retablística, hay numerosos ejemplos barrocos y buenas muestras neoclásicas. El retablo mayor destaca por su novedad y alegórico equilibrio En su interior guarda tres bellas imágenes: el "Ecce Homo", el "Cristo del Perdón" y un Niño Jesús de mármol, obra del escultor Michelángelo Nacherino.
De fábrica románica fue mandada construir a finales del siglo XII. Se han ido añadiendo dos capillas laterales que le dan apariencia de templo de cruz latina. De ábside semicircular. El interior se modificó durante el periodo gótico, y se decoró con pinturas mudéjares, en las que se pueden apreciar motivos vegetales, geométricos, escudos, cabezas humanas y aves.
En cuyo pórtico hay un conjunto de genuinos elementos renacentistas. De estilo gótico plateresco, siglos XV-XVII
Iglesia construida en los siglos XV y XVI, añadiéndose su monumental fachada en el siglo XVII. En su interior destaca el retablo mayor, de autor anónimo, realizado a finales del siglo XV. Otras piezas de interés se conservan en su museo sacristía.
