Localidad de Covanera

Covanera ha cambiado su dedicación tradicional a la agricultura por otra industria o servicios. La vega del Rudrón y la del Sedanillo aparecen cubiertas de maleza y en situación de abandono, salvo las excepciones derivadas del cultivo de algunos huertos. Por el libro de diezmos se sabe que en 1800 Covanera tenía veinte vecinos y tres habitantes, es decir, veintitrés familias. Según Gonzalo Martínez cuando se une al Ayuntamiento de Tubilla aporta 159 habitantes. En la segunda mitad del siglo XIX y hasta después de la Guerra Civil alcanza su apogeo demográfico doblando en números redondos su población presente. En 1900 aumenta el número de hogares como el de moradores: son 49 vecinos y 184 personas. Entre la documentación que hace referencia a Covanera están los papeles del Concejo. Entre ellos destaca el auto sobre caza y pesca del año 1804. También es abundante la existencia de amojonamientos o compromisos sobre aprovechamientos de terrenos comuneros entre pueblos limítrofes. Existe uno pactado con Tubilla del año 1570, otro con San Felices en 1581. El legajo más antiguo del archivo parroquial es un apeo de los bienes de la cofradía del Espíritu Santo. Está hecho en 1535 y consigna propiedades de tal institución religiosa en Mozuelos, Sedano, Gredilla, Moradillo, Valdelateja, San Felices, Tablada y Covanera. Pero Covanera ya aparece en el año 945 en una donación que tres clérigos y compañeros hacen al abad de San Pedro de Cardeña. Le donan un monasterio propio dedicado a San Justo y San Pastor y San Juan en Cobanigra y otro levantado a memoria de San Vicente en Colina (Zamanzas). La segunda mención más antigua para nosotros conocida se encuentra en el archivo de la catedral de Burgos. Doña Sancha Díez dona en 1160 al abad de Ibeas de Juarros los bienes que posee en varios lugares. Entre ellos figura un solar en Covanera y "quanto le pertenece en San Mamés", parece que se refiere a la ermita de San Mamés y sus proximidades. El Becerro de las Behetrías indica que en 1352 Covanera era lugar solariego de Fernán Rodríguez de Villalobos y de los hijos de Rodrigo Pérez de Villalobos del obispo de Burgos y del monasterio de San Martín de Escalada. Al rey pagaban servicios y monedas y los vasallos del obispo además fonsadera. En 1477 los procuradores del Valle y Honor de Sedano requirieron en Covanera al tesorero de la demarcación para que extendiera un recibo de cómo habían pagado cincuenta mil maravedises. La noticia nos llega a través de los protocolos de Juan Fernández, notario, clérigo primero en Tablada y luego canónigo en San Martín de Escalada por el mismo conducto llegamos al conocimiento de que García Gómes de Escalada, arcipreste de Covanera, era el abateniente del arcediano de Burgos, abad de dicho monasterio.